Si vives en Ejea, Zaragoza o cualquier pueblo de la zona, tienes uno de los tesoros mejor guardados de Aragón a un tiro de piedra. Las Cinco Villas es esa comarca que todos conocemos de nombre, pero que muchos aún no han explorado a fondo. Y lo mejor: para descubrirla necesitas un coche y ganas de perderte un poco. Te contamos cinco rutas espectaculares que puedes hacer en un fin de semana, con paradas que merecen la pena y carreteras que son un gusto recorrer.
1. La ruta de los pueblos medievales: Sos y Uncastillo
Distancia desde Ejea: 45 km hasta Sos (unos 40 minutos)
Tiempo recomendado: Día completo
Esta es la ruta clásica, pero clásica por algo. Si solo puedes hacer una escapada, que sea esta.
Por qué merece la pena
Sos del Rey Católico es uno de esos pueblos donde el tiempo se detuvo en el siglo XV. Aparcar el coche y perderse por sus calles empedradas (la Judería, la Plaza de la Sartén, el Castillo) es como meterse en una película. Y si llegas con hambre, el ternasco asado del Parador o de La Cocina del Principal es de esos almuerzos que no se olvidan.
Después, 24 km de carretera serpenteante te llevan a Uncastillo, la capital del románico aragonés. Siete iglesias del siglo XII en un solo pueblo. La de Santa María, con su portada esculpida, te deja con la boca abierta. Aparcar es fácil y todo está a un paseo.
Consejo de conducción
La carretera entre Sos y Uncastillo tiene algún puerto pequeño. Si vas en invierno, ojo con el hielo. Y si llevas un coche con maletero amplio, aprovecha para traerte algún dulce del obrador Pemán en Uncastillo. Las tortas de manteca son adictivas.
2. La ruta romana: Sádaba, Los Bañales y el Mausoleo
Distancia desde Ejea: 20 km hasta Sádaba (20 minutos)
Tiempo recomendado: Media jornada
Perfecta para una mañana de sábado o domingo. Ideal si vas con niños o si te apetece algo cultural sin complicarte.
Qué verás
El castillo de Sádaba es una pasada: una fortaleza del siglo XIII que parece recién construida. Desde allí, una carretera local te lleva al yacimiento romano de Los Bañales. Ver las ruinas de un acueducto y unas termas romanas en medio del campo aragonés, rodeado de silencio, tiene algo especial.
De vuelta, para en el Mausoleo de los Atilios. Es un monumento funerario romano del siglo II que está literalmente en medio de un campo de cultivo. La foto con el coche al lado queda épica.
Por qué te gustará
Es historia en estado puro, sin masificación ni entradas caras. Y puedes hacerlo en 3-4 horas tranquilas. Perfecto para luego comer en Ejea.
3. La escapada a Las Bardenas Reales: Otro planeta a 30 Minutos
Distancia desde Ejea: 15 km hasta la entrada de la Bardena Negra
Tiempo recomendado: Día completo
Las Bardenas son el desierto más espectacular de Europa, y lo tienes al lado de casa. Esta ruta es para los que buscan paisajes de otro mundo.
Cómo organizarla
Puedes empezar por la Bardena Negra (la entrada está más cerca de Ejea). Es la zona menos conocida, con pinos y mesetas más verdes. Luego, dale la vuelta y ve a la Bardena Blanca, la del famoso Castildetierra. Esa formación rocosa que sale en todas las fotos no defrauda en persona.
El circuito principal de la Bardena Blanca son unos 25-30 km de pista de tierra en buen estado. Cualquier coche lo hace, pero si tienes un SUV o un compacto con algo de altura, vas más cómodo. Sube al Cabezo de las Cortinillas (219 escalones) para tener la mejor vista panorámica.
Importante
Lleva agua de sobra, protector solar y gafas de sol. Allí no hay sombra ni fuentes. Y respeta los horarios: el parque cierra una hora antes del anochecer. En verano, ve a primera hora de la mañana o al atardecer para evitar el calor extremo.
4. La Ruta del Cierzo: Sierra de Santo Domingo y pueblos del norte
Distancia desde Ejea: 50 km hasta Luesia (45 minutos)
Tiempo recomendado: Día completo
Esta ruta es para desconectar de verdad. Poca gente, mucha naturaleza y pueblos que parecen de cuento.
El itinerario
Empieza en Luesia, un pueblo pequeño con un castillo medieval y una iglesia románica preciosa. Desde allí puedes hacer alguna ruta de senderismo corta por la Sierra de Santo Domingo (hay senderos señalizados para todos los niveles) o simplemente conducir hasta Biel y disfrutar del paisaje.
Si hace calor, para en Pozo Pígalo. Son unas pozas naturales del río Arba donde puedes darte un chapuzón. El acceso es por pista forestal, así que el coche tiene que estar dispuesto.
Los más aventureros pueden llegar hasta el Castillo de Sibirana: dos torres románicas del siglo XI encaramadas en un risco. La pista es un poco chunga, pero la recompensa visual merece cada bache.
Para quién es
Si te gusta la montaña, el silencio y los paisajes verdes (y aguantar el cierzo en invierno), esta ruta es tuya.
5. La ruta gourmet: de Sos a Ejea parando a comer
Distancia: Circuito variable
Tiempo recomendado: Día completo (con mucho almuerzo)
Esta es la ruta para los que disfrutan tanto del camino como de lo que hay en el plato. Combina cultura con gastronomía.
El plan
Sal de Ejea por la mañana y ve directo a Sos del Rey Católico. Pasea por el pueblo y reserva mesa en algún restaurante con vistas para comer ternasco asado con D.O. Aragón. Es el plato estrella de la comarca y aquí lo hacen como en ningún sitio.
Por la tarde, baja a Uncastillo, visita la iglesia de Santa María y para en la panadería Pemán a comprar tortas de anís o de manteca. Son dulces tradicionales que están buenísimos con un café.
De vuelta a Ejea, puedes parar en alguna carnicería de la zona a llevarte embutidos artesanos (longaniza, butifarra blanca) o miel local. Y si es viernes o sábado, aprovecha para cenar en Casa Fau en Ejea, donde las tapas son de otro nivel.
Por qué funciona
Porque combinas turismo, compras locales y buena comida. Y vuelves a casa con el maletero lleno de productos de la tierra.
Consejos prácticos para disfrutar al máximo
Mejor época
Primavera y otoño son ideales. Las temperaturas son agradables para pasear y conducir. En verano el calor puede ser intenso, sobre todo en las Bardenas. En invierno, ten cuidado con el hielo en las carreteras de montaña.
Tu coche, tu mejor compañero
Para estas rutas no necesitas un todoterreno, pero sí un coche fiable y en buen estado. Las distancias no son largas, pero algunas pistas (Bardenas, Pozo Pígalo, Sibirana) agradecen tener algo de altura y suspensión decente. Y si vas con familia o amigos, un maletero espacioso siempre se agradece para las compras y las mochilas.
Planifica, pero sin agobios
Todas estas rutas las puedes hacer sin prisas en un día. No necesitas madrugar a las 6 de la mañana ni volver de noche. Sal tranquilo, para donde te apetezca, y disfruta. Esa es la clave de una buena escapada.
Conclusión: tu comarca te está esperando
Las Cinco Villas no son un destino de postal para turistas. Es tu territorio, tu historia, tu paisaje. Y está ahí, esperando a que te subas al coche y lo descubras un fin de semana tras otro. Castillos medievales, desiertos de película, gastronomía de verdad y carreteras que son un gusto recorrer. ¿Qué más se puede pedir?
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